¿Te quieres morir? ¿Entonces para que sigues odiando?

Sinceramente contesta algo, ¿Crees que al odiar a alguien lo castigas? SI o NO.

El único que se está castigando eres tu mismo, todo ese odio lo tienes dentro de ti y ¿Crees que proyectándolo te alivias?

¿Quieres liberarte de todo ese sentimiento? No puedes hacerlo sólo, necesitas pedir la intervención de algo que no tenga ego, puede ser el Espíritu Santo, Jesús, Arcángeles, o en lo que creas.

Solo repite "Espíritu Santo, pongo en tus manos el odio que siento por ________ (nombre de la persona), ayúdame a ver la verdad. Ayúdame a reconocer quien realmente es y quien realmente soy. Que así sea, Así ya es."

Repite lo anterior tantas veces como quieras durante tu día, con tantas personas o situaciones como quieras. Verás como todo empieza a cambiar.

Bendecido día para ti. Alfonso Guerrero

Es Tiempo de Despertar