Hay cosas que damos por hecho día a día, por ejemplo, que nuestros seres cercanos estarán vivos a nuestro lado por tiempo indefinido. En el momento que alguien cercano deja el cuerpo, o dicho de forma cotidiana: muere, es entonces cuando nos lamentamos no haber hecho o dicho muchas cosas. Así mismo es cuando nos damos cuenta de lo frágiles que somos como seres humanos; cómo en un segundo puede cambiar la vida como la conocemos. ¿Qué caso tiene albergar en tu mente tantos juicios, tantas expectativas, en lugar de dedicarte a vivir una vida de agasajo? ¿Qué caso tiene buscar culpables por tu situación actual, cuando en realidad todo lo que estás experimentando tiene que ver con tu propio aprendizaje y aún no estás consciente de él?

Vive hoy como si fuera tu último día en este mundo, abraza, besa, expresa tu amor como tu desees; realiza esas llamadas que tanto has estado postergando, atrévete a ir más allá del miedo, sal de tu zona de confort, libera tu enojo, tristeza o culpa y goza tu vida. Alfonso Guerrero Tiempo de Despertar