Dia 9 Entrenamiento

Día 9 del entrenamiento. La exigencia hacia ti mismo no resuelve tu infelicidad.

La gran mayoría de las personas de una u otra manera son exigentes consigo mismas pues están buscando algo, casi siempre, la perfección. Al leerlo tal vez resulta ilógico, sin embargo es lo que sucede. Eso pasa así porque existe la creencia que cuando somos perfectos somos admirados, valorados, nos ponen atención, básicamente… nos aman. Y es entonces cuando se crea la asociación de que si soy perfecto soy amado, y para ser perfecto necesito exigirme serlo. Y entonces asocio: exigencia con amor. Si lo vemos objetivamente la exigencia no es amor, la exigencia es exigencia, el amor es amor.

Empecemos aclarando algo, exigirle a alguien en nombre del amor, no es amoroso. Esa exigencia proviene de una exigencia personal de creer que sabes que le conviene hacer o dejar de hacer a la otra persona, y como lo amas crees que debes de exigirle algo “por su bien”. Seamos honestos, eso no es amor, es exigencia.

De la misma manera sucede contigo, ¿Hace cuánto no te tratas de forma amorosa y en lugar de eso te tratas con exigencia? La práctica de hoy se centrará en observar tus pensamientos de exigencia y repetir la siguiente frase cada que encuentres uno: “Hoy decido renunciar a la exigencia que tengo hacia mi y hacia los demás, hoy decido verme a mi y a los demás con paciencia, tolerancia y amor."

Alfonso Guerrero Tiempo de Despertar